Cuando en 1990 fundé nuestro despacho, no podía imaginar que más de treinta años después, seguiríamos defendiendo los intereses de muchos de aquellos clientes que también comenzaron su andadura profesional con nosotros.
Y es que, pese al tiempo transcurrido y el crecimiento del despacho, seguimos manteniendo los mismos valores y principios que nos llevaron a la fundación de este despacho; el de ser  una firma de abogados familiar,  innovadora y comprometida, que dispensa   un trato directo y cercano a nuestros clientes.

Además, apostamos firmemente por la juventud y su empuje, tratando de encontrar el perfecto equilibrio entre experiencia e ilusión, pudiendo afirmar con orgullo que, en el seno de nuestra firma,  hemos contribuido en la formación de  grandes  profesionales del derecho.

Esta es nuestra historia pero, realmente, la única historia que nos importa es la tuya; una historia de la que queremos formar parte,  prestándote el mejor servicio jurídico. Porque para nuestra firma, nuestros clientes, sois parte de nuestra familia.

José A. Capdevila – Socio Fundador.