Una herencia es el conjunto de bienes, derechos y obligaciones que deja una persona al fallecer. La distribución de una herencia se realiza a través del proceso de sucesión, que puede seguir las disposiciones del testamento del fallecido o las normas legales de sucesión intestada en caso de que no exista testamento.

En España, existen dos impuestos principales relacionados con las herencias: el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD) y el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (IIVTNU), también conocido como «plusvalía municipal». El ISD grava la transmisión de bienes y derechos por herencia, mientras que el IIVTNU se aplica cuando se produce una transmisión de terrenos urbanos.

Sí, es posible renunciar a una herencia si no deseas aceptarla. Para hacerlo, debes presentar una declaración de renuncia ante el notario o el juez encargado del proceso sucesorio. Es importante tener en cuenta que la renuncia implica la renuncia a todos los derechos y obligaciones relacionados con la herencia, por lo que es recomendable contar con asesoramiento legal antes de tomar esta decisión.

En caso de que no exista un testamento válido, se aplicarán las normas de sucesión intestada. Estas normas establecen el orden de prelación de los herederos legales, que generalmente son los familiares directos del fallecido, como cónyuges, hijos y ascendientes. En ausencia de herederos legales, la herencia podría pasar al Estado. Es recomendable buscar asesoramiento legal para entender cómo se distribuiría la herencia en tu caso específico.